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COBRA LIBRE II - Amor libre.
COBRA LIBRE II - El masajeador de pene. Sensible, innovador y potente.
¡COBRA LIBRE II es el juguete sexual perfecto para la cabeza del pene! Este masajeador rodea la punta del pene con su interior suave y aterciopelado de silicona de grado médico. De suaves a potentes, los dos motores emiten vibraciones emocionantes en la parte más sensible del pene: la cabeza. ¡COBRA LIBRE no necesita moverse con la mano, así que concéntrate en sensaciones impresionantes y disfruta del éxtasis! COBRA LIBRE II es fácil de limpiar bajo el grifo con un poco de limpiador de juguetes o jabón suave.
- Un enfoque en la cabeza del pene.
- Se ajusta y abraza la punta del pene.
- Interior de silicona aterciopelada extra suave.
- Dos potentes motores masajean la cabeza del pene.
- Control intuitivo con el pulgar: ¡PRESIONA DIVERSIÓN PARA JUGAR!.
- Fácil de usar con una mano.
- No es necesario realizar movimientos de subida y bajada.
- 2 motores potentes pero silenciosos.
- Diseño emocionante.
- Recargable - Ama la Tierra.
- Hecho de silicona segura para el cuerpo - Ámate a ti mismo.
- Resistente al agua - Se moja.
- Fácil de limpiar con agua corriente.
El MasTURBO
Con sus 11 patrones de vibración, el COBRA LIBRE II se dirige con confianza hacia el siguiente clímax y siempre listo para complacer desde los más sensibles hasta los más exigentes.
Gracias al nuevo panel de control con botones táctiles, los dos potentes motores del COBRA LIBRE II se pueden controlar desde suaves olas hasta velocidades extáticas. Los programas e intensidades perfectamente ajustados hacen que incluso los hombres más exigentes sientan que están disfrutando del viaje más rápido de sus vidas. Con la práctica unidad de control que ahora se puede sumergir y su práctico cierre de llave, ¡aventuras que te acompañan! Con su diseño futurista, no es casualidad que el COBRA LIBRE II atraiga la atención masculina. Por un lado, el juguete, gracias a su forma ergonómica y deportiva, es fácil de manejar, y por otro, sus colores le dan el toque final.
